Ahora que abundan las noticias sobre presuntos maletines y primas a terceros, resulta oportuno reivindicar el juego limpio no solo contra todo amaño, sino también contra el rebuscado abuso del adjetivo aseado, presente en juego aseado, números aseados o marcador aseado.
Cuesta comprender los textos de quienes, arrastrados por un celo higiénico excesivo, se afanan en utilizar aseado con acepciones forzadas en lugar de ceñirse a su significado habitual, simple sinónimo de limpio, tal como indican el diccionario académico o el Clave.
Como muestra de este uso desafortunado, no es infrecuente darse de bruces con frases como «El Espanyol llegará a Sevilla con unos números francamente aseados de visitante», «Javi Lara destaca por su aseada técnica», «El 4-2 es un marcador hasta aseado frente a los azulgrana» (un 4-0 sería un baño en toda regla) o «El grupo afianzó la confianza en el juego más aseado e higiénico que viene practicando».
¿Alguien podría explicar qué significa esto del juego más aseado e higiénico? Solo si se consulta el diccionario de María Moliner podrá encontrarse una explicación parcial, cogida además por los pelos: según esta obra, aseado puede significar tanto ‘limpio y arreglado u ordenado’ como ‘que hace su trabajo con pulcritud’, según lo cual un juego o jugador aseado podría llegar a equivaler a un juego o jugador ordenado, de acuerdo, aunque siempre y cuando se opte por alambicar el estilo innecesariamente.
¿Qué decir, en cambio, de los números aseados?, ¿tiene sentido hablar aquí de números ordenados? Por su parte, ¿la técnica de Javi Lara puede calificarse de ordenada o desordenada?, ¿cómo encaja aseado con un marcador?, ¿no será, en definitiva, que de tanto pretender insuflarle acepciones ajenas y estrambóticas se termina por vaciar el adjetivo aseado de todo contenido preciso?
En suma, para evitar malentendidos y equivocaciones, será recomendable que el periodista utilice esta palabra cuando cabalmente corresponde, por ejemplo, cuando los jugadores se asean en la ducha de los vestuarios al terminar un partido.