Los nombres hercio y kilohercio, que se aplican a unidades de frecuencia, se escriben preferiblemente castellanizados y en minúscula, mejor que con las grafías hertz, herzio o Hercio.
En las noticias sobre la posible localización de las cajas negras del avión malasio siniestrado, aparece esta unidad escrita indebidamente o incluso impropiamente empleada: «El navío detectó la señal, con una frecuencia de 37,5 kiloherzios por segundo, en las aguas del sur del océano Índico» o «Está equipado con una tecnología hidrofónica que aumenta su sensibilidad para la frecuencia de 37,5 kHz (kiloHertz)».
El diccionario académico recoge hertz, pero prefiere hercio, por lo que esta última grafía es la más apropiada de conformidad con la norma ISO 80000, que establece que los nombres de las unidades dependen de cada lengua; en cambio, la Academia no recoge la forma herzio, que por ello se desaconseja. Con la adición de prefijos se forman otras unidades como el milihercio, el kilohercio y el megahercio.
Por otra parte, el hercio aquí equivale al ciclo por segundo, por lo que es impropio el uso en este contexto de hercio por segundo, que mezcla ambas expresiones y que no se corresponde con el sentido físico de la magnitud.
En consecuencia, en los ejemplos anteriores habría sido mejor haber escrito «El navío detectó la señal, con una frecuencia de 37,5 kilohercios, en las aguas del sur del océano Índico» y «Está equipado con una tecnología hidrofónica que aumenta su sensibilidad para la frecuencia de 37,5 kHz (kilohercios)».
El símbolo del hercio es Hz y el del kilohercio es kHz, sin punto abreviativo, y con la ka en minúscula y la hache en mayúscula; no siguen las normas internacionales sobre la escritura de símbolos las formas khz o Khz.