Tanto gripe aviar como gripe aviaria son formas adecuadas para denominar a la enfermedad producida por el virus de la gripe A de origen aviar.
En la prensa se pueden leer frases como las siguientes: «Europa atraviesa la epidemia de gripe aviar más devastadora», «Detectan el segundo foco de gripe aviaria en aves silvestres» o «La expansión de la gripe aviar avanza».
El Diccionario de la lengua española recoge el adjetivo aviario, el cual remite a aviar, que significa ‘perteneciente o relativo a las aves’. Por su parte, el Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, señala que gripe aviar es el nombre de la enfermedad respiratoria provocada por el virus de la gripe A y cuyo huésped original es un ave. La misma obra indica que también se registra gripe aviaria. Así pues, ambas formas son adecuadas para nombrar a esta enfermedad.
Por ello, todos los ejemplos anteriores se consideran válidos.
Asimismo, se documentan las variantes con el sustantivo gripa, que, como señala el Diccionario de americanismos, se emplea en países como México y Colombia: «Se debe a los casos de gripa aviar que se están detectando desde noviembre».
Otras alternativas para referirse a esta enfermedad son influenza aviar o peste aviar, pues, según el diccionario académico, influenza es sinónimo de gripe, y el Diccionario del estudiante define peste como ‘enfermedad contagiosa y grave, que afecta a personas o a algunos animales, y que causa grandes epidemias’.