La voz gobernanza, que alude a un modo de gobierno eficaz y ajustado a unos determinados fines de desarrollo, es preferible a gobernancia.
En las noticias de política y economía se pueden encontrar frases como las siguientes: «Se trata del medioambiente, lo social, la gobernancia y la excelencia operativa» o «Han hallado vínculos entre las juntas directivas diversas, los buenos resultados financieros y la gobernancia corporativa».
Más precisamente, y según la definición que ofrece el diccionario académico desde el 2001, la gobernanza es el ‘arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía’. Antiguamente se empleó gobernanza como sinónimo de gobernación o gobierno, valor que hoy no resulta aconsejable, pero ha sido recuperada por organismos como la ONU o la Unión Europea para traducir el término inglés governance.
Aunque gobernancia no es formalmente incorrecta, la variante claramente mayoritaria y la única recogida en el diccionario académico es gobernanza, por lo que es preferible esta última forma.
Por ser un sustantivo común, se escribe con inicial minúscula, excepto en los casos en que forma parte de un nombre propio (Plan de Gobernanza Económica, Acuerdo de Gobernanza Ambiental, Cumbre de Gobernanza Progresista…).
Por ello, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «Se trata del medioambiente, lo social, la gobernanza y la excelencia operativa» y «Han hallado vínculos entre las juntas directivas diversas, los buenos resultados financieros y la gobernanza corporativa».