El término garimpeiro, que alude a un buscador de metales o piedras preciosas, no necesita ni comillas ni cursiva.
En los medios de comunicación no es raro encontrarse con frases como las siguientes: «Hizo de “garimpeiro”, un buscador de cristal de roca», «Muchos son ‘garimpeiros’ (los famosos mineros brasileños) de toda la vida que ahora buscan suerte en Colombia» o «Es azotado por la minería ilegal llevada a cabo por los conocidos Garimpeiros».
El vocablo garimpeiro ha sido incorporado a la vigesimotercera edición del diccionario académico con el significado de ‘buscador de oro o de piedras preciosas en el Amazonas’. Tiene su origen en el portugués, pero al acomodarse a las pautas ortográficas del español y tener ya un uso extendido no necesita ni comillas ni cursiva, como tampoco mayúscula, pues es un nombre común.
En consecuencia, en los ejemplos anteriores habría sido mejor escribir «Hizo de garimpeiro, un buscador de cristal de roca», «Muchos son garimpeiros (los famosos mineros brasileños) de toda la vida que ahora buscan suerte en Colombia» y «Es azotado por la minería ilegal llevada a cabo por los conocidos garimpeiros».