La expresión favorito a priori es redundante, por lo que se recomienda evitarla siempre que sea posible.
Es frecuente encontrar en los medios de comunicación frases como «El favorito a priori encontrará en su camino a su propio compañero de equipo» o «Hasta la última jornada no se conoció el nombre del ganador, que no fue otro que Tarik Boutahar, tras aprovecharse a la perfección del pinchazo del favorito a priori, Pepe Díaz».
Es preferible evitar la combinación de estas dos palabras puesto que el favorito siempre se establece antes de que tengan lugar unas elecciones, un campeonato, un partido, un certamen, etc. Por tanto, todos los favoritos lo son, por definición, a priori.
Así pues, en los ejemplos citados lo adecuado habría sido escribir «El favorito encontrará en su camino a su propio compañero de equipo» y «Hasta la última jornada no se conoció el nombre del ganador, que no fue otro que Tarik Boutahar, tras aprovecharse a la perfección del pinchazo del favorito, Pepe Díaz».