La construcción favorito a perder no es apropiada para expresar que alguien es quien probablemente pierda una competición, pues favorito se aplica a quien va a ganar.
Sin embargo, es habitual encontrar en los medios ejemplos como estos: «Todas estas condiciones ponen al León como el claro favorito a perder la eliminatoria», «Como era de conocimiento, la Universidad de Chile era la principal favorita a perder la categoría» o «La obviedad de que él era favorito a perder estaba muy lejos de ser cierta».
Según el Diccionario de la lengua española, favorito significa ‘que tiene, en la opinión general, la mayor probabilidad de ganar en una competición’, por lo que aquello que es favorito seguramente va a ganar, no a perder. Para expresar que alguien o algo perderá una competición con bastante seguridad, se recomienda utilizar otras construcciones, como ser el principal candidato para perder o quien más probabilidades tiene de perder, por ejemplo.
Del mismo modo, tampoco es recomendable la construcción favorito a ganar, como en estos ejemplos: «El Barça, principal favorito a ganar la Europa League» o «Activista afrocolombiana será compañera de fórmula de Gustavo Petro, favorito a ganar las elecciones». El adjetivo favorito ya implica que el sujeto es quien probablemente obtenga la victoria, por lo que no es apropiado añadir el verbo ganar. En consecuencia, lo adecuado habría sido «El Barça, principal favorito de la Europa League» y «Activista afrocolombiana será compañera de fórmula de Gustavo Petro, favorito en las elecciones».
Así pues, en los ejemplos iniciales, lo recomendable sería «Todas estas condiciones ponen al León como el principal candidato para perder la eliminatoria», «Como era de conocimiento, la Universidad de Chile era la que más probabilidades tenía de perder la categoría» y «La obviedad de que él era el principal candidato para perder estaba muy lejos de ser cierta».