Lo adecuado es emplear la preposición de cuando este verbo se refiere a alguien que es obligado a salir de un determinado lugar.
Es inapropiado, por tanto, pedir la expulsión de alguien «a su país», lo adecuado es decir que se pide que se «le envíe a su país» o, si es el caso, su expulsión «de» donde proceda.
En ejemplos como «El abogado pide hoy al fiscal la expulsión del imputado a su país» lo correcto sería «El abogado pide hoy al fiscal la expulsión (de España) del imputado y el envío a su país».
Cabe recordar, además, que muy a menudo se utiliza extraditar como sinónimo de expulsar cuando el primer verbo implica la reclamación por parte de los órganos de justicia del país y el segundo, no.
Además, en algunos casos se puede utilizar la expresión deportar a.