El participio invertido se aplica al dinero o al tiempo que se emplea en algo, por lo que no resultan adecuadas construcciones como empresa invertida.
No obstante, pueden encontrarse frases como estas en las informaciones relacionadas con los negocios y la economía: «La inversión de impacto implica tener una clara intencionalidad, medición y adicionalidad de la empresa invertida», «La empresa de coches eléctricos invertida por Amazon sube los precios un 17 %» o «La compañía, invertida por Inveready desde 2019, refuerza su crecimiento».
Según se recoge en el Diccionario panhispánico de dudas, el verbo invertir significa, entre otras cosas, ‘emplear [dinero o tiempo] en algo’. Así pues, con ese sentido, el complemento directo (es decir, lo invertido), que habitualmente se omite por consabido, es siempre el dinero o el tiempo que se destina a un fin o a una empresa.
De este modo, no es apropiado utilizar el participio invertido para referirse al destinatario de los recursos, como ocurre en empresa invertida o negocio invertido, ya que solo puede aplicarse a aquello que se invierte («Se arrepiente de las horas invertidas en ese proyecto», «Tiene todo su dinero invertido en acciones»). Igualmente, cuando invertir se emplea en una oración pasiva, el sujeto no puede ser quien recibe el dinero, por lo que no son adecuadas frases como «La empresa fue invertida por la misma compañía».
En estos casos, puede optarse por reconstruir la oración con fórmulas como empresa en la que se invierte, por ejemplo.
Por lo tanto, en las frases iniciales, habría sido más apropiado escribir «La inversión de impacto implica tener una clara intencionalidad, medición y adicionalidad de la empresa en la que se ha invertido», «La empresa de coches eléctricos en la que invierte Amazon sube los precios un 17 %» y «La compañía, en la que invierte Inveready desde 2019, refuerza su crecimiento».