Para expresar que algo procede o se origina de otra cosa, lo adecuado es emplear el verbo provenir y no devenir, que significa ‘convertirse en algo’.
En los medios de comunicación es cada vez más frecuente leer frases como «Pienso que la razón de su éxito deviene de la gestión bilateral por la que se rige» o «Explicó que su apodo deviene de la ocurrencia de un entrenador».
El Diccionario de la lengua española recoge este verbo con el significado de ‘convertirse’ o ‘sobrevenir, suceder, acaecer’, pero ninguna de sus acepciones guarda relación con la de provenir: ‘nacer, originarse, proceder de un lugar, de otra persona, de otra cosa’.
Por ello, el uso de este verbo con el sentido que se pretende comunicar en estas oraciones puede transmitirse con términos como provenir, proceder o venir de.
Además de las diferencias en su significado, es importante señalar que cada verbo tiene una estructura sintáctica diferente. Devenir se forma con un complemento sin preposición («Lo vertical devino horizontal») o con la preposición en («El pensamiento económico devino en ortodoxia»), mientras que provenir se construye con la preposición de («Una importante cantidad de fondos públicos provienen de los impuestos»).
Así, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Pienso que la razón de su éxito proviene de la gestión bilateral por la que se rige» y «Explicó que su apodo proviene de la ocurrencia de un entrenador».
Se puede escuchar también el pódcast Palabras llanas en el que tratamos este mismo asunto.