Se recomienda evitar el anglicismo decoupling en las informaciones económicas y usar en su lugar términos como desacople.
Es fácil encontrar en medios de comunicación y en declaraciones de analistas financieros frases como «¿Es factible considerar un decoupling entre la demanda norteamericana y la de los países emergentes?», «En los últimos días se ha hablado mucho de este decoupling que para el FMI responde a una sobreinversión» o «En los meses previos a la caída de Lehman Brothers y la profunda crisis posterior, los analistas intentaban ver un potencial decoupling».
El término inglés decoupling se refiere a la desconexión o falta de sincronía en la fase del ciclo económico o financiero en que se encuentran dos países o áreas económicas, lo que puede justificar que sus niveles de tipos o sus políticas económicas sean distintas.
Aunque este anglicismo admite en español varias traducciones, como desacople, desajuste, desconexión o desacoplamiento, por un criterio de uniformidad y por su mayor concisión, se recomienda la primera alternativa.
Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «¿Es factible considerar un desacople entre la demanda norteamericana y la de los países emergentes?», «En los últimos días se ha hablado mucho de este desacople que para el FMI responde a una sobreinversión» y «En los meses previos a la caída de Lehman Brothers y la profunda crisis posterior, los analistas intentaban ver un potencial desajuste».