Tanto undécimo como decimoprimero son formas válidas como ordinales correspondientes al número once.
Pese a que la Academia venía considerando que, frente a la etimológica undécimo, la forma decimoprimero —formada por analogía con el resto de la serie de los ordinales— era incorrecta para referirse a lo ‘que sigue inmediatamente en orden al décimo’, en la actual Ortografía de la lengua española señala ya que ambas formas son válidas, aunque el uso culto sigue utilizando preferentemente undécimo.
En caso de escribir decimoprimero, en una sola palabra, el primer elemento no lleva tilde y permanece invariable en masculino, mientras que, si se opta por décimo primero, en dos palabras, el primer elemento mantiene el acento ortográfico y ha de concordar con el sustantivo: décimo primer disco y décima primera edición.
Por lo tanto, ejemplos encontrados en los medios de comunicación como «HP inaugura su decimoprimer centro de innovación es España» o «La venta de música cae en España por decimoprimer año consecutivo» son tan apropiados como «El Real Madrid sueña con la undécima tras dejar en el camino al Manchester City» y «Somos los undécimos fabricantes mundiales de coches y tenemos uno de los parques móviles más viejos de Europa».
Esto mismo sucede con las formas para el ordinal correspondiente al número doce: decimosegundo y duodécimo.
El diccionario académico recoge asimismo la forma onceno, que se usa más en algunos países de América. Esta voz se emplea en ocasiones como un adjetivo equivalente a undécimo y decimoprimero, aunque es más frecuente encontrarla como un sustantivo tanto en masculino como en femenino (onceno y oncena) para referirse a los once jugadores de un equipo de fútbol («Vega mantendrá onceno y sistema»).