El anglicismo dealer, presente en multitud de contextos, y sobre todo en noticias sobre tráfico de drogas, cuenta con alternativas preferibles en español.
En los medios de comunicación pueden verse frases como «El dealer de Demi Lovato culpó a la cantante por el tipo de drogas que compró», «Robots que hacen la función de dealer y reparten cartas reales», «Una intensa lluvia arrastró los vehículos de un dealer en Little Falls» o «El dealer no solo compra activos financieros para las empresas que se lo encargan, puede hacerlo para él mismo».
En noticias relacionadas con las drogas, un dealer es un traficante, distribuidor o vendedor.
En los casinos, el dealer es el crupier o el repartidor.
En el sector automovilístico, en países como la República Dominicana, Puerto Rico o Venezuela, un dealer, adaptada como díler, es un concesionario.
En el comercio de obras artísticas, un dealer es un marchante.
Y en informaciones sobre la bolsa, dealer equivale a operador por cuenta propia.
Así pues, en los ejemplos iniciales lo recomendable habría sido escribir «El distribuidor (de drogas) de Demi Lovato culpó a la cantante por el tipo de drogas que compró», «Robots que hacen la función de crupier y reparten cartas reales», «Una intensa lluvia arrastró los vehículos de un concesionario en Little Falls» y «El operador por cuenta propia no solo compra activos financieros para las empresas que se lo encargan, puede hacerlo para él mismo».
Por otro lado, si desea emplearse la voz inglesa, lo adecuado es redactarla en cursiva o, si no se dispone de este formato, entre comillas.