Se recomienda no abusar de la expresión dar carpetazo aplicada a proyectos, propuestas, procedimientos, tareas, etc.
En los medios de comunicación se puede encontrar esta locución con mucha frecuencia, como se ilustra en los siguientes ejemplos: «Las empresas rogaron a la jueza que se diera carpetazo al asunto», «El nuevo equipo de gobierno de Fuerteventura optaba por dar carpetazo al proyecto de Chillida» o «Pronto vamos a dar carpetazo al 2021».
El diccionario académico señala dos significados de dar carpetazo: ‘en las oficinas, dejar tácita y arbitrariamente sin curso ni resolución una solicitud o expediente’ y ‘dar por terminado un asunto o desistir de proseguirlo’. Aunque es un uso expresivo legítimo, hay que recordar la conveniencia de emplear en las noticias los términos más precisos en cada contexto y de no abusar de giros tópicos, que solo contribuyen a empobrecer el lenguaje.
Así, y entre otras opciones, un proyecto puede ser rechazado, descartado o abandonado, mientras que los casos legales pueden ser cerrados, desestimados o rechazados, aunque no son las únicas alternativas.
Por consiguiente, en las dos primeras frases anteriores, aun sin ser incorrectas, habría sido más preciso escribir «Las empresas rogaron a la jueza que se cerrara el asunto» y «El nuevo equipo de gobierno de Fuerteventura optaba por rechazar el proyecto de Chillida»; en la tercera cabe pensar en alternativas como «Pronto vamos a enterrar el 2021».
En cambio, esta expresión tiene un significado distinto en Perú, donde se usa para referirse a un ‘golpe dado al unísono por los parlamentarios con las palmas de las manos sobre sus mesas en señal de aprobación o rechazo de una ley o de una proposición’, según el Diccionario de americanismos.