Cruento no es sinónimo de cruel, por lo que se recomienda diferenciar sus significados.
El adjetivo cruento, tal como indican el diccionario académico y el diccionario de uso Clave, se aplica a lo que causa derramamiento de sangre: «Argentina condenó el cruento atentado terrorista en Kenia» o «El proceso es un paso significativo hacia la paz, tras más de dos años de cruento conflicto».
El adjetivo cruel, en cambio, se refiere a lo que es difícil de soportar y a alguien que se complace en hacer sufrir a otro: «Las imágenes de las personas afectadas por el hambre y la sequía resultan muy crueles».
Por tanto, en la frase «Una jueza aceptó la petición de un matrimonio para que su hijo, que sufre una enfermedad incurable, no sea sometido a tratamientos cruentos», lo apropiado habría sido escribir «Una jueza aceptó la petición de un matrimonio para que su hijo, que sufre una enfermedad incurable, no sea sometido a tratamientos crueles».