Los adjetivos consciente e inconsciente se escriben con s, por lo que las grafías conciente e inconciente resultan inapropiadas.
A veces se encuentran en los medios de comunicación frases como «Era conciente de que este hábito le estaba perjudicando», «Su acompañante estaba inconciente» o «Los huéspedes pueden participar en actividades educativas centradas en el consumo conciente y la vida sostenible».
De acuerdo con el Diccionario panhispánico de dudas, a pesar de que tanto conciencia como consciencia son términos válidos (aunque no siempre intercambiables), los adjetivos correspondientes a estas formas son consciente e inconsciente, con ese tras la primera ene.
Por tanto, en los ejemplos iniciales, lo adecuado habría sido escribir «Era consciente de que este hábito le estaba perjudicando», «Su acompañante estaba inconsciente» y «Los huéspedes pueden participar en actividades educativas centradas en el consumo consciente y la vida sostenible».
Además, se recuerda que las voces consciente e inconsciente se construyen con los verbos ser o estar según el sentido de la frase. Normalmente se emplea estar consciente en los casos referidos a una persona que no ha perdido el conocimiento: «El poeta está consciente, a pesar de sus graves lesiones»; mientras que se usa ser consciente cuando se refiere a ‘saber algo o tener conciencia de ello’: «La edil es consciente de las dificultades laborales de los ciudadanos». No obstante, y tal y como señala la obra mencionada anteriormente, con este último sentido, en algunos países de América se emplea la expresión estar consciente, como en «El presidente está consciente de su deber» o también «El presidente está consciente de que es su deber».