La expresión cámara corporal, que alude a cierto tipo de cámara que puede llevar encima una persona, es preferible a la construcción inglesa body cam.
En las noticias, sobre todo las relacionadas con el ámbito policial, no es raro encontrar frases como las siguientes: «Policías municipales contarán con “body cam” para supervisar su labor», «Los videos registrados por las body cam podrán servir de prueba» o «Tarjeta azul, “body cam” y nuevo VAR: los cambios que discute el arbitraje».
Este dispositivo consiste en una pequeña cámara que puede ir fijada en diversas partes del cuerpo de una persona, como, por ejemplo, en la parte delantera, particularmente en la solapa de la vestimenta, sobre el hombro, sujeta a un casco, incorporada a unas gafas… Se está extendiendo su empleo en los cuerpos de seguridad con objeto de registrar lo que ocurre, pero también tiene múltiples aplicaciones fuera de este entorno.
Con independencia de dónde se ubique la cámara, la idea fundamental es que se lleva en algún lugar del cuerpo, por lo que la expresión cámara corporal, ya extendida en el uso, refleja con claridad el concepto, lo que hace innecesario usar body cam.
Por ello, en las frases anteriores lo adecuado habría sido «Policías municipales contarán con cámaras corporales para supervisar su labor», «Los videos registrados por las cámaras corporales podrán servir de prueba» y «Tarjeta azul, cámara corporal y nuevo VAR: los cambios que discute el arbitraje».