El término biobot es un neologismo válido para referirse a una clase de robots creados parcialmente con células de animales.
En los medios de comunicación pueden verse frases como «Parece que estos biobots son una tercera clase de materia animada: no son robots ni son, estrictamente, organismos», «Así son los biobots, los primeros robots que nos obligarán a repensar las definiciones de vida y máquina» o «Las cucarachas cíborg o biobots llevan un chip a su espalda conectado directamente a sus antenas».
El sustantivo biobot está correctamente formado a partir del prefijo bio-, que significa ‘vida’ u ‘organismo vivo’, y el sustantivo bot, acortamiento de robot. En rigor, tiene más sentido utilizar este neologismo para referirse a un robot creado con células de seres vivos —⁠especialmente insectos⁠—, si bien designa en ocasiones a un robot creado a semejanza de un ser vivo y capaz de imitar sus movimientos.
Ambos tipos de robots pueden cumplir multitud de funciones, desde suministrar medicamentos en zonas de guerra hasta explorar el espacio.
También es posible hablar de robot biológico, biorrobot, con erre doble (no biorobot), robot vivo o xenobot, voz esta última creada con el prefijo xeno- (‘extranjero’), pues estas máquinas están constituidas por una materia distinta, a medio camino entre el robot y el ser vivo.