El anglicismo bankruptcy, aparte de quiebra, bancarrota o insolvencia, también puede significar, según el contexto y en países como España, concurso de acreedores.
El término inglés bankruptcy no solo se emplea para referirse a las empresas que quiebran o se declaran en bancarrota y, en tal medida, están próximas a desaparecer, sino que también puede aludir a aquellas otras que entran en concurso de acreedores, proceso mediante el cual la entidad intenta negociar la cuantía o el plazo de vencimiento de las deudas.
En las noticias económicas, sin embargo, se emplean en ocasiones voces como quiebra o bancarrota donde lo preciso sería concurso de acreedores. Es el caso, por ejemplo, de frases como «La petrolera brasileña OGX solicita la bancarrota».
Dado que la empresa pretendía ganar tiempo y restructurar la deuda, lo apropiado habría sido escribir «La petrolera brasileña OGX solicita el concurso de acreedores».