Azúcar es un sustantivo ambiguo: el azúcar, la azúcar.
Son frecuentes las dudas sobre el empleo del término azúcar, y ello se debe a que se trata de un sustantivo ambiguo, es decir, que se puede emplear como masculino o femenino: «Ingredientes principales de la receta son el ron y el azúcar moreno de caña», «El objetivo es que la industria de la azúcar morena abastezca a la región».
Aunque es válido su uso en ambos géneros, si no lo acompaña ningún adjetivo, es mayoritario el empleo del masculino: «Los peligros del azúcar», mientras que, si lleva un adjetivo, predomina el femenino: «Añadir cien gramos de azúcar tamizada». En plural, lleve o no adjetivo, prevalece el empleo en masculino: «Sin dejar de mezclar, incorpore los azúcares y la vainilla».
Una singularidad del término azúcar es que, sin empezar por a tónica, acepta el uso del artículo el combinado con un adjetivo femenino: «Los carbohidratos, principalmente el azúcar refinada, reducen la actividad del cerebro».