Azotar, con el significado de ‘producir daños o destrozos de gran importancia’, se construye sin preposición: azotar la región, no azotar a la región.
Aunque no es raro encontrar en los medios de comunicación frases como las siguientes: «Fuertes temblores azotan al país» o «Dos tornados azotan a la ciudad de Nueva York».
Azotar, en este sentido, es un verbo transitivo que se aplica a cosas, por lo que su complemento directo no lleva preposición, salvo que se produzca una personalización.
En los ejemplos anteriores, por tanto, hubiera sido más adecuado escribir «Fuertes temblores azotan el país» y «Dos tornados azotan la ciudad de Nueva York».
Se recuerda, no obstante, que el mismo verbo azotar, con el significado de ‘dar azotes a alguien’, sí que va seguido de la preposición a: «Azotaron a los presos».