El sustantivo atenuante puede ser de género masculino y femenino: el atenuante y la atenuante.
En los medios de comunicación se aprecia cierta vacilación respecto al género de atenuante cuando este término funciona como sustantivo: «La atenuante de los celos» o «La fiscal rebaja la petición en el caso Rangel por el atenuante del alcohol».
Ello se debe a que la palabra atenuante, al sustantivarse, puede ser empleada como femenina o masculina, en función de la realidad a la que haga referencia: la (circunstancia) atenuante, el (hecho) atenuante.
Sin embargo, tal y como señala el Diccionario panhispánico de dudas, en el lenguaje jurídico es más recomendable su uso en femenino, puesto que en este ámbito se utiliza como sinónimo de circunstancia atenuante. Así, en el segundo ejemplo anterior hubiera sido preferible escribrir «la atenuante del alcohol».