Armas de destrucción masiva es la forma recomendable para referirse a ‘las armas con capacidad para matar o herir a un número muy elevado de personas y causar grandes daños económicos’ y no armas de exterminio masivo.
Sin embargo, en algunos medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Cuba rechaza el uso de armas de exterminio masivo» o «Sigue vigente la amenaza de proliferación de armas de exterminio masivo».
La expresión armas de exterminio masivo tiene su origen en una mala traducción del término inglés weapons of mass destruction, que engloba las armas nucleares, biológicas y químicas. Se trata de una expresión poco afortunada, ya que exterminio significa ‘matar o eliminar por completo de un lugar un conjunto de seres vivos’ y, por tanto, hace innecesaria, y en cierto modo redundante, la presencia del término masivo. En español, la expresión más apropiada para designar este tipo de armamento es armas de destrucción masiva.
Por lo tanto, habría sido preferible escribir las frases anteriores con la forma armas de destrucción masiva: «Cuba rechaza el uso de armas de destrucción masiva» y «Sigue vigente la amenaza de proliferación de armas de destrucción masiva»