El verbo apostillar, no apuntillar, es el adecuado para indicar que una persona hace comentarios o interpretaciones a algo dicho o escrito.
Con cierta frecuencia se leen y se oyen en los distintos medios de comunicación frases como «El diputado provincial apuntillaba la importancia de la Fundación Rei Afonso Henriques» o «“Lo que sería inaceptable es que no se actúe de manera clara y rotunda”, apuntilló durante una entrevista».
Sin embargo, apuntillar (o su equivalente dar la puntilla), según indica el diccionario académico, quiere decir ‘rematar las reses con la puntilla’ (instrumento similar a un puñal) o, coloquialmente, ‘acabar, causar el fracaso definitivo de alguien o algo’. Es probable que el uso erróneo de este verbo sea una confusión con apostillar, que significa ‘poner apostillas’ (una apostilla es una ‘acotación que comenta, interpreta o completa un texto’).
De este modo, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «El diputado provincial apostillaba la importancia de la Fundación Rei Afonso Henriques» y «“Lo que sería inaceptable es que no se actúe de manera clara y rotunda”, apostilló durante una entrevista».