Apologeta y apologista se emplean hoy con el mismo sentido.
Si bien el Diccionario panhispánico de dudas desaconsejaba el uso indistinto de apologista y apologeta con el significado de ‘que hace apología o defensa de algo’, la vigesimotercera edición del diccionario académico ya incluye, sin censurarla, esta acepción para el segundo término.
Así pues, actualmente se consideran plenamente adecuados ejemplos como «En todos los países del mundo existen apologetas de la violencia» o «Hay apologistas de la tauromaquia que niegan el placer del sufrimiento o le dan una connotación espiritual».