Obsoleto no es lo mismo que antiguo, ya que algo puede estar obsoleto sin ser necesariamente antiguo, y al revés.
El adjetivo obsoleto designa lo que ha caído en desuso, lo que es anticuado, caduco o inadecuado a las circunstancias actuales: «Los antiguos reactores nucleares fueron clausurados debido a que se los considera obsoletos y desfasados técnicamente». En cambio, el sentido principal de antiguo es ‘que existe desde hace mucho tiempo’, lo que no implica que ya no sirva o no se use en la actualidad.
Con cierta frecuencia se identifica, además, con obsolescente, que, sin embargo, incluye un matiz, ya que, tal y como se recoge en el diccionario académico, es aquello ‘que está volviéndose obsoleto, que está cayendo en desuso’.
El sustantivo correspondiente a este último término es obsolescencia. Pese a ello, no resulta raro encontrar en algunos medios de comunicación frases como las siguientes: «Estamos en tiempos de obsolencia programada», «El presidente de UNATRAFIN se refirió a la obsolencia del parque vehicular», en las que se usa inadecuadamente la voz obsolencia, que no existe en español.