Amoniaco y amoníaco son formas igualmente adecuadas.
Tanto en la lengua común como en los medios de comunicación existe cierta vacilación a la hora de pronunciar y de escribir el término amoniaco: «Alerta por fuga de amoníaco en el Callao», «Escape de amoniaco en la planta de Monsanto».
Ambas variantes son adecuadas, tal y como afirma el Diccionario panhispánico de dudas. En España es más habitual la forma llana (amoniaco), sin tilde, mientras que en Hispanoamérica se considera más culta la esdrújula (amoníaco), con tilde en la í. Lo que sí es recomendable es adaptar la grafía a la pronunciación.