Tanto alto el fuego como alto al fuego son formas válidas para referirse a la ‘suspensión de las acciones militares en una contienda’, tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas.
En los medios de comunicación aparecen ambas variantes: «Ucrania pide a China que haga de mediador para alcanzar un alto el fuego» o «Protesta en México para exigir a Rusia el alto al fuego en Ucrania».
En este sentido, la Academia indica que alto el fuego puede emplearse para ordenar que se deje de disparar («¡Alto el fuego!») o como locución nominal con el significado ya referido, y cuyo plural es invariable: los alto el fuego.
Además, se aclara que la forma alto al fuego se usa en gran parte de América y con menos frecuencia en España, y se considera igualmente adecuada, por lo que los dos ejemplos anteriores están bien escritos.
Lo mismo cabe decir de las expresiones cese el fuego (la usual en España) y cese al fuego (más frecuente en América), ambas válidas.
Se recuerda, en cualquier caso, que alto el fuego no equivale a armisticio.