El indefinido alguno, cuando va detrás del sustantivo, equivale a ninguno, tal y como señala el Diccionario panhispánico de dudas.
Así, en ejemplos como «Canarias asegura que no pedirá rescate alguno» o «Por tanto, el tiempo no significará obstáculo alguno», alguno toma un sentido negativo y se comporta como un sinónimo de ninguno. Como puede verse, el verbo aparece también, necesariamente, en forma negativa si va antepuesto; si va pospuesto, va en forma positiva: «En modo alguno lo hará».
Estas frases equivalen en realidad a «Canarias asegura que no pedirá rescate ninguno» y «Por tanto, el tiempo no significará obstáculo ninguno».