Las construcciones al objeto de y con (el) objeto de, y no a objeto de, son las adecuadas para expresar finalidad.
En los medios de comunicación son habituales frases como «La concesionaria está ofreciendo toda su colaboración a objeto de esclarecer prontamente los hechos», «Se recomienda analizar los datos en tiempo real a objeto de poder orientar las acciones estratégicas para desarrollar un modelo turístico responsable» o «Un vigilante de seguridad le taponó la herida a objeto de que no siguiera perdiendo sangre».
El Diccionario de la lengua española recoge las locuciones al objeto de, con objeto de y con el objeto de con el significado de ‘con la finalidad de, para’. Por su parte, la gramática académica considera incorrecta la variante a objeto de.
Así pues, en los ejemplos iniciales lo apropiado habría sido escribir «La concesionaria está ofreciendo toda su colaboración al objeto de esclarecer prontamente los hechos», «Se recomienda analizar los datos en tiempo real con objeto de poder orientar las acciones estratégicas para desarrollar un modelo turístico responsable» y «Un vigilante de seguridad le taponó la herida para que no siguiera perdiendo sangre».
En caso de que estas locuciones vayan seguidas de una subordinada introducida por la conjunción que, se recuerda que lo apropiado es mantener la preposición de, por lo que en «Se propone una modificación de ley con el objeto que las elecciones siempre sean en domingo», lo adecuado habría sido escribir con el objeto de que, en vez de con el objeto que.