La palabra afección significa ‘enfermedad’, ‘pasión del ánimo’ o ‘afición o cariño’, y no ‘acción o efecto de afectar’, para lo cual el término apropiado es afectación.
En los medios de comunicación no es infrecuente encontrar frases como las siguientes: «El ministro ha aludido a la afección del conflicto de El Prat en el turismo nacional», «Escasa afección en los vuelos con Italia en jornada de paro» o «Antes de la demolición hay que conocer el grado de afección del hormigón del edificio».
Sin embargo, no es adecuado utilizar afección como sinónimo de afectación, término que hubiera sido preferible en los ejemplos anteriores: «El ministro ha aludido a la afectación del conflicto de El Prat en el turismo nacional», «Escasa afectación en los vuelos con Italia en jornada de paro» y «Antes de la demolición hay que conocer el grado de afectación del hormigón del edificio».
En contextos médicos, el significado de afección y afectación es más cercano, pero, tal y como señala el Diccionario panhispánico de dudas, sigue siendo poco recomendable confundir estas palabras, porque afección se identifica con enfermedad («Maradona mejora de su afección cardiorrespiratoria»), mientras que afectación es el ‘hecho de verse afectado un órgano corporal por un accidente o una enfermedad’ («Analizan el grado de afectación del tejido hepático»).