Al utilizar el verbo aborrecer resulta inadecuado emplear la preposición de para señalar aquello a lo que se siente aversión.
Sin embargo, en los medios de comunicación a veces se leen y escuchan frases como las que siguen: «Pinazo en sus últimos años aborreció de esta tierra», «El expresidente aborrece de su colega» o «Es uno de esos muchos equidistantes que aborrece de los extremos».
Con el significado de ‘tener aversión’, el verbo aborrecer es transitivo, y su complemento directo, que designa aquello que es detestado, irá de forma general sin preposición o precedido de a en los casos en que sea necesario o pueda usarse esta, como en «aborrece a su prima». Sin embargo, como señala el Diccionario panhispánico de dudas, es corriente que, por un cruce con su sinónimo abominar, se emplee de forma impropia como intransitivo, con un complemento encabezado por de.
Por tanto, en los ejemplos anteriores, lo recomendable habría sido escribir «Pinazo en sus últimos años aborreció esta tierra», «El expresidente aborrece a su colega» o «Es uno de esos muchos equidistantes que aborrece los extremos».
