El verbo abordar se está convirtiendo en un término comodín del que se abusa en algunas informaciones y que desplaza con ello a otras formas que, en ocasiones, son más adecuadas.
Según el diccionario académico, abordar tiene, entre otras acepciones, los significados de ‘plantear un asunto o tratar sobre él’ y ’emprender la realización de algo problemático o dificultoso’. Aunque el empleo que suele hacerse de este verbo en la prensa no pueda ser calificado de incorrecto, es cada vez más frecuente verlo en frases e informaciones en las que otras palabras resultarían más precisas y adecuadas.
Así, por ejemplo, son numerosos los ejemplos en los que se aborda un documento, un informe o una cuestión que, a priori, no parece especialmente problemática: «Es la primera cuestión que debe abordar un documento como este» o «El INE prevé abordar un informe sobre la seguridad publica». Las cuestiones también pueden tratarse, plantearse y, además, se discuten o debaten; los documentos e informes, en función del caso, se elaboran, se redactan, se escriben o se publican.
No son pocos los ejemplos en los que se aborda una reunión o una reforma, como en «¿Cómo abordar una reunión creativa?» o «Reclaman un consenso para abordar reformas del Alto Tribunal». En estos casos también se podría haber optado por «¿Cómo plantear una reunión creativa?», «Un consenso para reformar el Alto Tribunal/ para acometer/llevar a cabo/hacer reformas en el Alto Tribunal».
Hay también otro tipo de contextos en los que la supresión del verbo abordar no cambia el sentido de la frase: «El pedagogo debe estar capacitado para abordar un diagnóstico en la escuela», donde también podría haberse optado por decir «… capacitado para hacer un diagnóstico» o, simplemente, «para diagnosticar».