Para expresar que algo va contra la dirección natural del pelo o en sentido contrario al normal o mayoritario, puede utilizarse la locución a contrapelo, que se compone de dos palabras.
Sin embargo, en los medios de comunicación a menudo se ve esta expresión escrita de forma inapropiada, como en las siguientes frases: «Han intentado gobernar a contra pelo del orden institucional construido en las últimas décadas», «Fue quien patentó el difusor y el primero en cortar a contra pelo» o «Para cortarlo por la zona superior, lo normal es ir a contra pelo».
El Diccionario de la lengua española recoge la locución a contrapelo con las acepciones de ‘contra la inclinación o dirección natural del pelo’ y ‘contra el curso o modo natural de algo’. Como puede verse en esa obra y recuerda el Diccionario panhispánico de dudas, no es válida su grafía en tres palabras.
De este modo, en los ejemplos del principio, lo adecuado habría sido escribir «Han intentado gobernar a contrapelo del orden institucional construido en las últimas décadas», «Fue quien patentó el difusor y el primero en cortar a contrapelo» y «Para cortarlo por la zona superior, lo normal es ir a contrapelo».
Por último, cabe recordar que esta locución se puede emplear con un complemento encabezado por de para expresar aquello a lo que se opone alguien o algo: «La banda que fue a contrapelo de los prejuicios».
