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Aunque no llegó a imponerse como en otras colonias, el español todavía sigue presente, e incluso en expansión, en el país asiático.
Imaginen que un amigo suyo tiene un peine. Usted lo ha cogido prestado, pero pasa el tiempo y no sólo no lo devuelve sino que pasa a formar parte de un objeto más de su neceser. Pues algo similar ocurre con las palabras, que pasan de un idioma a otro y cuando nos queremos dar cuenta forman parte de toda una cultura.
Por muy extraño e increíble que pueda parecer, una huelga y una juerga son la misma cosa. Y tanto ellas como follar vienen de un fuelle. Aparentemente, poco tienen en común. Pero las apariencias, cuando hablamos de etimología, engañan. No te impacientes, espera. Vayamos poco a poco, que una historia debe ser bien contada o no es historia.
Es muy fácil equivocarnos y emplear una locución latina con un significado muy diferente al que tiene de verdad. Esta pequeña guía nos enseña muchas cosas sobre el idioma del que nace el castellano.
La palabra «estatuto» es un nombre masculino. Por esa particularidad no cambia el género, pero sí admite su empleo en plural; sobre todo, cuando tiene carácter genérico. Ejemplo: «En Derecho Internacional Privado, el sistema de los estatutos está integrado por el régimen propuesto...» (Cabanellas, 1993).
La lengua española goza de una gran unidad, casi nadie lo pone en duda. Dos hispanohablantes de cualquiera de los países que tienen este idioma como oficial y que acaben de conocerse se entenderán sin problema, a pesar de que de vez en cuando surjan en su diálogo tres tipos de palabras conflictivas (en muy diferente grado).
¿Borona o morona?
Las dos son correctas para referirse a la ‘parte más pequeña y menuda del pan, que suele saltar o desmenuzarse al partirlo’.
· La sociedad ha asumido expresiones propias de la Tauromaquia
· Esto demuestra el arraigo que tiene el toro en la cultura española
· Recopilamos y explicamos algunas de las más utilizadas
Corregir un texto escrito es una tarea titánica. Es más difícil que escribirlo. Ya lo dijo Borges: «Publico para dejar de corregir». Y es que, entre corrección y corrección se cuelan a veces más erratas de las que había. Pero el autor es el menos capacitado para detectarlas.
En vez de decir o escribir lo que no sabemos, elijamos lo que sí sabemos.
El estudio de la lengua de una comunidad es importante porque contiene muchas características que sus hablantes han heredado.
· El coordinador de la Ortografía del español aprobada por las 22 Academias en 2010 habla del problema de modificar las reglas.
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