La confusión entre el verbo «haber» y la secuencia «a ver» es, con diferencia, la falta ortográfica que más repatea a nuestros seguidores. Tras meterse en la final con autoridad, ganó sin discusión a hecho de menos, la otra candidata que se había abierto paso hasta la última ronda.

Competían por el título dos expresiones a las que les sobraba la hache, esa consonante muda que ha alzado la voz para reclamar que la escribamos cuando toca, pero que no la metamos donde no corresponde. No hay color: de las dos aspirantes, el 81 % de los participantes ha elegido haber si como la falta que más les impide ver más allá, la que los ciega y provoca desprendimientos de retina. Por tanto, solo el 19 % se decantaba por recordar que, puestos a echar de menos, la ausencia es más pura sin compañía de haches monstruosas.

Faltas horrográficas 

Quien más quien menos, todos dudamos cómo se escribe un término que oímos por primera vez. Pero hay errores ortográficos en palabras cotidianas que ponen los pelos de punta y merecerían formar parte de un museo del horror. Son las temibles «faltas horrográficas».

Digamos que has nacido entre farolas de ciudad y tu contacto con la naturaleza es escaso. Si un extraño día, por razones difíciles de imaginar, te encuentras en la tesitura de escribir la palabra botavara, es razonable que te asalte la duda: ¿será votavara, con uve en la primera sílaba, como votación, o botavara, con be inicial, como botafumeiro? ¿Y qué ocurre con la penúltima sílaba?, ¿optaré por botavara, igual que la vara de medir, o por botabara, como la línea de una isobara?

Estás perdido en un mar de indecisiones ortográficas comprensibles, de modo que lo prudente es consultar el diccionario. Este no solo te aclarará la escritura adecuada, sino que te informará de que se trata del palo horizontal que sirve para cazar la vela cangreja. Por si acaso la cangreja pica, muerde o lo que quiera que hagan las cangrejas, decidirás respetar las bes y uves de la botavara como si de ello dependiera la vida de tus dedos.

Pues bien: si con sustantivos relativamente ajenos a nuestra conversación cotidiana lo recomendable es cerciorarse de su ortografía, cuánto más necesario será evitar atropellos en palabras o expresiones de andar por casa, con las que uno debería desenvolverse con la misma comodidad que con unas pantuflas. Proponerse memorizar todas las palabras es un desafío inútil, pero hay bes y uves a la virulé, haches ausentes o mal situadas, ges y jotas bailadas que atentan a la salud visual y espiritual de los lectores hasta el punto de merecer un exorcismo.

Una vez más, hemos escogido dieciséis puntapiés al diccionario para que elijáis cuál es el que más os duele ver. Por si acaso, por si queréis refrescar las principales reglas ortográficas antes de lanzaros, siempre podéis consultar nuestro resumen.

No a lugar a tanta queja (a lugar por ha lugar)
⇒ Te habrás quedado agusto (agusto por a gusto)
⇒ Vivimos en distintos usos horarios (uso horario por huso horario)
⇒ Está grabado por varios impuestos (grabar por gravar)
Haber si nos vemos (haber por a ver)
⇒ No damos a basto (a basto por abasto)
⇒ Te lo prohibo (prohibo por prohíbo)
⇒ Es una súper estrella (súper estrella por superestrella)
⇒ Tiene mucha ( por fe)
⇒ ¡Te hecho de menos tantísimo! (hecho de menos por echo de menos)
⇒ Es muy exhuberante (exhuberante por exuberante)
⇒ Se puso enmedio de los dos (enmedio por en medio)
⇒ Es un fotoreportaje muy interesante (fotoreportaje por fotorreportaje)
⇒ No se pueden consentir esas ingerencias (ingerencia por injerencia)
⇒ Es muy antiguo, antidiluviano (antidiluvuiano por antediluviano)
⇒ Se encontraron bis a bis (bis a bis por vis a vis)

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