El término desextinción, en una palabra y sin guion, es válido para aludir a la recuperación de una especie anteriormente extinguida.
En los últimos tiempos, es frecuente ver este sustantivo en noticias científicas: «Cómo es el plan de “des-extinción” para reintroducir el ave dodo en Mauricio», «La des-extinción o proceso de devolver a la vida especies extintas ha sido desde hace décadas un sueño» o «Así avanza el proyecto de desextinción del mamut».
A partir del prefijo des- y el sustantivo extinción, se ha creado desextinción para hablar de la posible reaparición de alguna especie que ya no contaba con individuos vivos. Como la mayoría de las voces prefijadas, lo adecuado es que esta se escriba en una sola palabra y sin guion. Por otra parte, no es necesario usar resalte, pero, si se quiere destacar por su novedad, es posible emplearlo.
El verbo correspondiente es desextinguir(se), como se ve en «¿Cómo podría afectarnos desextinguir algunas especies?», y el adjetivo es desextinto, como en «Es más probable que pasen entre 15 y 20 años antes de la primera especie desextinta», según recoge la Real Academia Española en su cuenta de X.
Asimismo, en algunas ocasiones se utilizan los verbos resucitar o revivir, opciones que pueden resultar menos claras y precisas que desextinguir, que expresa exactamente la idea en cuestión.
Por lo tanto, el tercer ejemplo del principio es apropiado, pero en los dos primeros lo indicado habría sido escribir «Cómo es el plan de “desextinción” para reintroducir el ave dodo en Mauricio» y «La desextinción o proceso de devolver a la vida especies extintas ha sido desde hace décadas un sueño».