La denominación objetivos de desarrollo sostenible (ODS) es una alternativa a la expresión inglesa sustainable development goals (SDG).
En la prensa, pueden encontrarse frases en las que se usa la denominación en inglés: «Necesitamos un planeta más sostenible y a eso están dedicados los SDG» o «Los SDG pretenden reducir la tasa de incidencia mundial de tuberculosis al 50 %».
A principios del siglo XXI, los países miembros de las Naciones Unidas fijaron ocho objetivos de desarrollo para el año 2015 que inicialmente se denominaron millenium development goals (MDG), expresión que en español se tradujo por objetivos de desarrollo del milenio (ODM).
En la actualidad estos objetivos han pasado a sustituirse por los llamados sustainable development goals, cuya sigla en inglés es SDG, y que en español se traducen por objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Según la Ortografía de la lengua española, las palabras que figuran en el desarrollo de las siglas y acrónimos no lexicalizados, como ODS, se escriben con minúscula si corresponden a una denominación común: objetivos de desarrollo sostenible. La minúscula se aplica también cuando se alude de forma individualizada a uno de los objetivos de la lista: «La entidad quiere que esos fondos se destinen a promover el objetivo de desarrollo sostenible de Naciones Unidas número 8».
No obstante, la propia ONU parece emplear esta expresión como el nombre propio o denominación abreviada de un programa específico, lo que justifica que se puedan escribir las iniciales de todas las palabras significativas en mayúscula: Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para referirse al Grupo de Impulsores de los Ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, se recomienda la forma abreviada Grupo I-8, que no conviene confundir con el grupo de los ocho innovadores ni con el G8 o Grupo de los Ocho.
Así, en los ejemplos del principio, habría sido preferible escribir, por ejemplo, «Necesitamos un planeta más sostenible y a eso están dedicados los objetivos de desarrollo sostenible» y «Los ODS pretenden reducir la tasa de incidencia mundial de tuberculosis al 50 %».


