Una cuestión que muchas veces genera dudas es saber cuál es la mejor forma de actuar ante un error en un blog o web: ¿es adecuado sustituir, sin más, un contenido erróneo por otro acertado? ¿En qué casos se debe dejar constancia del error cometido? Si no se trata de un error, sino de una actualización del contenido o de una mejora de la edición, ¿es correcto alterar el texto sin ninguna notificación adicional?
En el grupo de trabajo del Manual, Yolanda Quintana nos hizo estas mismas preguntas. El tema, que nos pareció muy interesante, suscitó distintas aportaciones. En general, parece que en la web opera una distinción entre los diferentes tipos de errores o de correcciones: no es lo mismo que se baile una letra al escribir una palabra, a actualizar la información que aparece en un artículo. Podría distinguirse, entonces, entre:
- – Corregir una errata: Parece que el esfuerzo de hacer notar dentro del propio texto que se ha corregido una errata no se ve compensado, es más, mostrar una corrección en el texto puede actuar como reclamo, como llamada de atención para el lector, y si esa corrección no supone ningún aporte informativo y lo único que hace es eliminar una errata (que muchos lectores ni siquiera habrán advertido), llamar la atención sobre ello puede llegar a ser contraproducente. Si nos señalan erratas o faltas en nuestro texto, parece que la mejor opción es agradecer el comentario y eliminar el error.
- – Cambiar algo que afecte sustancialmente al contenido: ahora bien, una cosa es una errata y otra hacer cambios que afecten al contenido del artículo. De hecho, la práctica habitual en los blogs es avisar de alguna manera de este tipo de cambios en el contenido. Una técnica frecuente consiste en recurrir al tachado: se tacha la frase o palabra errónea y se escribe a continuación lo que proceda. Si el contenido es más amplio, puede llegarse a marcar (mediante el tachado, el sangrado o con distintos cambios de formato) un párrafo entero, del que después se ofrece la nueva versión. Otras veces, el contenido puede cambiarse sin tachar ni hacer cambios en el formato, porque el autor ha dejado constancia en los comentarios del cambio operado.
- – ampliar o actualizar un determinado tema: cuando el cambio en el contenido no implica un error en el mismo, sino que se deriva simplemente de una actualización o ampliación natural del mismo, parece que lo habitual es escribir una nueva entrada que simplemente enlace con la anterior.