Esta expresión inglesa se usa, a la hora de invitar a un acto o programar una reunión como una exhortación, un modo de pedirle a nuestro interlocutor que reserve la fecha, apunte el día, lo anote en su agenda… Expresiones todas ellas que pueden usarse en español si no se quiere emplear ese anglicismo que, además de resultar innecesario como se ha visto, no todo el mundo entiende.

También se emplea a veces como sustantivo para referirse a una tarjeta, foto, vídeo, etc., que anuncia con varios meses de antelación la fecha de un acontecimiento, especialmente una boda, para que el destinatario tenga tiempo de reservar la fecha que se indique y pueda de tal modo acudir al evento e informar de ello a los organizadores. O sea, una preinvitación, que tampoco es mala alternativa en ese caso.

Extranjerismos y extranjerismos

«Ir de shopping por alguna zona fashion para comprarse un outfit mientras escuchas una playlist de hits en tu smartphone, tomas un lunch healthy y encargas algo take away en un fast food... es lo más de lo más».

El ejemplo anterior es, desde luego, una parodia, pero es evidente que vivimos rodeados de extranjerismos. Algunos se usan porque nos ayudan a rellenar huecos que nuestra lengua no ha cubierto todavía y se acaban integrando sin problemas en el español. Pero muchos otros se emplean sin necesidad, solo por el prurito de insertar en nuestro discurso palabras de otras lenguas (que a veces desconocemos clamorosamente) en lugar de las de la nuestra, que a menudo son más precisas, más claras, más bonitas (esto siempre es opinable) y más… nuestras.

Es a estos extranjerismos invasores (en esta época casi siempre anglicismos) a los que les tenemos un poco de manía en la Fundéu. Los que desplazan a palabras españolas perfectamente útiles y adecuadas, los que se usan por puro esnobismo. 

Reunimos dieciséis de estos términos innecesarios y los pusimos a competir en el #MundialDeLosExtranjerismosQueSobran para que nos ayudaseis a elegir el que más rabia os da, el más innecesario, el que más sobra.

Así fueron las votaciones

La primera fase, en la que competían 16 candidatos, tuvo algunos enfrentamientos muy reñidos. Deadline y wellness, por ejemplo, ganaron por la mínima a sus contrincantes (con un 55 % y 56 % de los votos respectivamente), mientras que shopping, save the date y take away lo hicieron con algo más de holgura. En el extremo contrario, las victorias más claras fueron las de red carpet (68 %), runner (73 %) y, sobre todo sold out, que arrasó a su competidor, playlist (86 % frente a 14 %).

En los cuartos de final, solo save the date logró pasar con cierta holgura. Los otros tres candidatos (wellness, shopping y runner) ganaron por diferencias mínimas en unas eliminatorias superajustadas (de las que hacen las delicias de los narradores deportivos).

También las semifinales estuvieron muy reñidas: runner se impuso solo con el 53 % a shopping y save the date obtuvo una ventaja incluso menor (52 %) sobre wellness

Y llegó el día de la gran final que, como todo el desarrollo de la competición, se acabó decidiendo por un margen bastante estrecho: runner acabó cayendo, con el 46 % de los votos, ante save the date (54 %), que se convertía así en el campeón.

Así fue la evolución de la competición:

Si te apetece repasar las recomendaciones en las que ofrecemos alternativas en español a estos dieciséis candidatos, aquí las tienes reunidas: