La obra, incluida en el plan de publicaciones de la Exposición Internacional de Zaragoza, incluye aproximadamente quinientas voces específicas de materias que van desde la física y la química hasta la hidrogeología, la edafología y la limnología.
El director general de la Fundéu, Joaquín Müller, ha explicado en una rueda de prensa que entre los objetivos de este glosario está reconocer la importancia del idioma y evitar problemas de léxico entre los periodistas que emplean el español.
En su opinión, este diccionario permitirá que el mensaje que transmitan los informadores sea más preciso, y los errores por un uso inadecuado de los términos no acaben implantándose en el lenguaje de la ciudadanía.
Para el director de comunicación de la Exposición Internacional, Antonio Silva, el Diccionario del agua y la sostenibilidad para periodistas será el legado más importante de la muestra desde un punto de vista comunicativo.
Según ha indicado, la Expo contribuye, con esta obra, a fijar criterios idiomáticos que impulsen al español hacia el liderazgo del debate internacional sobre agua y desarrollo sostenible.
El coordinador del proyecto, Federico Romero, ha señalado que en la redacción de las definiciones se ha prescindido de términos complejos, así como de fórmulas físicas, químicas y matemáticas.
Ha explicado que las voces, muchas de las cuales no pueden encontrarse en un diccionario común, se han elegido por la frecuencia de su uso, aunque algunas otras han sido incluidas para clarificar las anteriores.
A su juicio, este diccionario ayudará a los lectores profanos en ciencia a asomarse a la problemática del agua y el desarrollo sostenible, ya que, según ha indicado, palabras como sumidero, aforo, descarga e infiltración tienen en el lenguaje científico un uso distinto al cotidiano.
Además, la obra incluye una serie de listas de términos organizadas por bloques temáticos que pueden ayudar a orientarse a quien sabiendo qué quiere decir no encuentra la palabra que busca.
La Fundéu, patrocinada por la Agencia Efe y el BBVA, cuenta con el asesoramiento de la Real Academia Española y el Instituto Cervantes, y su objetivo principal es orientar a los profesionales de la comunicación en el buen uso del español.