El término inglés blackout, empleado sobre todo en relación con los cortes de luz, se puede reemplazar por apagón.
En las noticias, sin embargo, se pueden encontrar frases como las siguientes: «Blackout nacional tras explosión en planta eléctrica», «La crisis detrás del blackout que dejó a Chile sin luz» o «Recuerda el gran blackout que mantuvo a los venezolanos sin suministro».
Uno de los sentidos de blackout, según el diccionario de Cambridge, es ‘periodo de tiempo en el que la energía eléctrica se ha cortado, causando que se vaya la luz’. Este concepto tiene un equivalente directo en la voz apagón, que el diccionario académico define como ‘interrupción pasajera del suministro de energía eléctrica’, lo que hace innecesario el anglicismo.
Por extensión y de modo figurado, también se aplica a la suspensión o la ausencia de información disponible para el público (apagón informativo, mejor que blackout informativo), así como a las interrupciones o cierres de determinados servicios de telecomunicaciones. Este último es el caso del apagón analógico (mejor que blackout analógico), referido al momento en que se completa la transición a las transmisiones digitales de radio o televisión, con el abandono de las antiguas tecnologías.
Por consiguiente, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Apagón nacional tras explosión en planta eléctrica», «La crisis detrás del apagón que dejó a Chile sin luz» y «Recuerda el gran apagón que mantuvo a los venezolanos sin suministro».
