En su intervención, incluida en el Curso Teórico-Práctico de Corrección de Textos organizado por la Fundación del Español Urgente (FUNDÉU BBVA) en San Roque, Cádiz, España, Gómez Torrego ha argumentado que una lengua tan extendida como el español necesita una institución que lo regule, porque sin academia se trabajaría «con más riesgos».
El ponente ha explicado que en los países donde no existen estas instituciones se desfigura la lengua «y posteriormente existen muy pocas posibilidades de arreglarlo», aunque ha reconocido que las academias dictaminan una serie de normas que pueden crear inquietud en los usuarios del español.
Gómez Torrego ha matizado que los manuales de la Real Academia recogen los cambios lingüísticos y gramaticales que se producen en la sociedad y ha destacado que «la lengua está viva y cambia, al igual que la sociedad».
El experto ha señalado que los cambios son aceptados por la RAE una vez que pasan al nivel culto, pero ha diferenciado las formas en las que esta institución acepta nuevas normas y usos con respecto a décadas anteriores.
Así, ha puntualizado que anteriormente era necesario que una autoridad en la materia utilizara en sus obras una determinada palabra o expresión para que pasara a formar parte de estos manuales, sin embargo, ahora requieren de una aceptación social.
Tras la conferencia de Gómez Torrego se ha desarrollado una mesa redonda en la que han participado el secretario general de la FUNDÉU, Francisco Muñoz, acompañado de los expertos en la corrección de textos que han intervenido desde el pasado lunes en el seminario como son Antonio Martín Fernández, Xosé Castro Roig y el periodista Antonio Machín.
Los miembros de la mesa han dado una serie de recomendaciones, entre las que destaca la realizada por Castro Roig, que ha subrayado que los correctores y traductores son agentes culturales que deben ser conscientes de su responsabilidad a la hora de transmitir cultura.