«Hay un periodismo que quiere crecer sin arrasar con el idioma», pese a la presión de la inmediatez o al exceso de trabajo, explicó.
En el lado más negativo, Pauer señaló el abuso de los extranjerismos, el uso frecuente del condicional en lugar del subjuntivo (serían por fueran, habría por hubiera) y el queísmo.
La Fundéu BBVA es una entidad sin ánimo de lucro nacida de un acuerdo entre la Agencia Efe y el banco BBVA y que trabaja en Argentina asesorada por la Academia Argentina de Letras para impulsar el buen uso del idioma español en los medios de comunicación.
El próximo miércoles presenta en Buenos Aires el libro Escribir en internet. Una guía para los nuevos medios y las redes sociales elaborada por cuarenta profesionales y coordinada por Mario Tascón, pionero del periodismo digital.
Con motivo de la presentación del libro en Buenos Aires, Pauer habló con Efe sobre la situación lingüística de los medios argentinos.
«Hay de todo, como en botica. Hay muchos medios que cuentan con correctores, personal con muchos años en el oficio y un manual de estilo, lo que hace que cometan pocos errores. Otros son muy pequeños, cuentan con poco presupuesto y con periodistas no profesionales, y ahí suelen cometerse más gazapos».
Sin embargo, «si algo puede decirse de nuestro periodismo, tanto gráfico como radial y televisivo, es que se esfuerza por mejorar”, aseguró Pauer.
No hay más errores, pero sí se ven más
«No soy de las que creen que todo tiempo pasado fue mejor; sino que hoy en día se ven más los errores que siempre existieron» en parte por el efecto de los nuevos medios y la amplia difusión que estos aseguran.
En su opinión, la prensa argentina es muy ágil a la hora de crear nuevos términos. «Eso es maravilloso, aunque hay que tener cuidado y entrecomillar las nuevas creaciones para marcarlas como tales hasta que se incorporen al léxico general de los argentinos».
Mencionó ejemplos como banquinero para nombrar a quien conduce por la banquina o arcén para evitar un atasco; motochorro, para aludir a los que roban desde una moto y luego huyen; fugaducto, para hablar de una vía financiera para sacar divisas del país.
Entre los rasgos negativos señala el uso y abuso de extranjerismos (overbooking por sobreventa, backup por copia de seguridad o workshop por taller) con la «idea paradójica de que quien no usa extranjerismos, sino términos castizos, tiene un lenguaje más pobre».
El uso del condicional en lugar del subjuntivo («Si los argentinos serían más amigos del diálogo, el país sería una superpotencia» en lugar de Si los argentinos fueran/fuesen…») es, bromea, «tan argentino como el asado con cuero y el dulce de leche» y no solo se da en los medios sino en todos los niveles sociales y en todas las profesiones.
Lo mismo ocurre con el queísmo (la eliminación de la preposición de en construcciones en las que es necesaria como en «Se duda que el papa venga antes de las elecciones», por «Se duda de que…»), fruto del miedo a caer en el error contrario o dequeísmo.
La Fundéu sugiere y aconseja
Respecto a su trabajo en la Fundéu BBVA, Pauer explicó que rastrea cada día los medios en busca de dudas y errores que dan lugar después a las recomendaciones que reciben periodistas, profesores de comunicación, traductores e intérpretes, entre otros.
Pauer subrayó que la Fundéu «sugiere y aconseja, pero jamás impone ni mira desde una cima; somos aliados de los medios, no rivales ni mucho menos sus censores».
Y para eso, argumentó, intenta llegar con la palabra justa en el momento justo: recordar que existe ciberacoso, cuando todos hablan de ciberbullying, cienciología en lugar de cientología o que brasileño y brasilero son formas correctas, pero se prefiere la primera.