Estas son algunas de las afirmaciones que los máximos responsables de las Academias realizan al referirse, en declaraciones a Efe, a la Gramática, cuya publicación supone «un verdadero hito en la historia de nuestra lengua, de nuestra cultura», subraya el director de la Academia Norteamericana, Gerardo Piña.
«Es una noticia de primera magnitud. No existe otra lengua en el mundo» que disponga «de un mapa, como se ha definido a la nueva Gramática», tan detallado como el español, subraya Alfredo Matus, director de la Academia Chilena de la Lengua.
Los directores y presidentes no ahorran elogios a una obra fruto del «común acuerdo» entre las 22 Academias y que supone «un gran ejercicio de consenso al servicio de la unidad de la lengua», dijo a Efe Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española.
La Gramática será presentada en Madrid el día 10, en un acto presidido por los Reyes de España.
Lo primero que destacan quienes capitanean las Academias es el carácter «auténticamente panhispánico» —indica Matus— de la Gramática, es decir, que «comprende en su cartografía y en su exploración la totalidad de los países hispanohablantes», señala el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia.
«Es una gramática integral, total, que contempla y da soluciones a los problemas del español de todos los países», afirma la presidenta de la Academia Costarricense, Estrella Cartín.
«Es una excelente noticia que aparezca una Gramática consensuada por las veintidós Academias», asevera Roberto Fernández Retamar, director de la Academia Cubana de la Lengua. Y por eso «será un referente necesario para los 400 millones de hispanoparlantes», añade Francisco Arellano, secretario de la Academia Nicaragüense.
«Lo más importante de la Gramática es algo académico político. La voluntad de reconocer las particularidades del uso de la lengua en los diferentes países y subrayar la unidad básica del español. El español es uno y es diverso y esa es su fuerza en la historia», destaca Marco Martos, presidente de la Academia Peruana.
El secretario de la Academia Colombiana, Jaime Bernal, insiste en la importancia de la política lingüística panhispánica: «Hay 22 países que hablan español y España es uno más». Por eso todas las obras académicas «deben ser consensuadas».
Y por ser fruto del acuerdo la nueva Gramática, publicada por Espasa, «es polifónica, coral, no de una voz de solista. Y como todo coro es plural en el logro de su canción», afirma Barcia.
En el campo científico, sostiene Marco Martos, la aparición de la Gramática «es una hazaña sin parangón. Como todas las cosas importantes el efecto sobre la comunidad de hablantes será lento, pero servirá de un modo casi inmediato para acrecentar la confianza en su tarea en los que enseñan y difunden la lengua».
Esta obra, opina Fernández Retamar, «debe contribuir a la mayor corrección en el uso de nuestra lengua, lo que no debe estar reñido con su carácter creciente».
José Moreno de Alba, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, asegura que la Gramática contiene «la más completa descripción nunca antes hecha de la lengua española, incluyendo las características de todos sus principales dialectos».
«Esta Gramática marcará un antes y un después en el estudio del español porque es más específica en todo», indica Estrella Cartín.
Para Arellano, la nueva Gramática «aparece en un contexto de globalización sin tomar en cuenta fronteras, pues es ahora cuando todos somos conscientes de que la lengua es eminentemente dinámica».
Wilfredo Penco, presidente de la Academia Nacional de Letras de Uruguay, destaca también «el aporte monumental» que supone esta obra, pues «pone al día las principales líneas de la estructura de la lengua española».
La responsabilidad principal de la Gramática, subraya el presidente de la Academia Dominicana, Bruno Rosario Candelier, «recayó en ese ilustre gramático de nuestra lengua, Ignacio Bosque, cuya categoría es comparable a la de un Antonio de Nebrija en España o de un Andrés Bello en América».
Estos elogios hacia Bosque, el experto español que ha dirigido la obra, son compartidos por varios académicos.
La «modernidad teórica y metodológica» de la Gramática que, «sin embargo, respeta lo mejor de la tradición», es otra de las cualidades de esta obra que destaca Moreno de Alba, quien también indica que «no deja de tratar todos los asuntos gramaticales, por complicados y discutibles que resulten».
Desde Ecuador, el director de la Academia de la Lengua, Jorge Salvador Lara, cree que la Gramática va a propiciar «una visión mucho más universalizada del idioma español».
La directora de la Academia Panameña de la Lengua, Berna Burell, asegura que, al haber sido consensuada, la Gramática «es una obra necesaria. Nos pertenece. No olvidemos que refleja la unidad y al mismo tiempo la diversidad de nuestro idioma; cualidades en las que estriba su hegemonía hoy».
La nueva Gramática, subraya Barcia, «pone al español a la cabeza de las gramáticas de las lenguas modernas. Ayer fue la Gramática castellana, de Nebrija, la que se anticipó a todas las de su especie; hoy es la Nueva gramática de la lengua española la que se posiciona, y nos posiciona, a la vanguardia gramatical de una lengua viva».
Esta obra, concluye Wilfredo Penco, «está a la altura» de la lengua española, «única en su diversidad y una de las más hermosas y vitales que se hablan y se escriben en el mundo».