1781 Artículos
¿Desaparecerán los signos de apertura en interrogaciones y exclamaciones? ¿Seguiremos usando teclados o nos limitaremos a dictar a máquinas cada vez más sofisticadas? ¿Usaremos abreviaciones y emoticonos en los textos más formales? ¿Hacia dónde llevan al español internet y las redes sociales?
No todos los hablantes de nuestro idioma conocerán el entramado lingüístico que lo conforma desde su origen. Intentaremos, pues, dar, a través de una resumida visión, muestra de los entretelones de la lengua hablada actualmente por más de doscientos millones de individuos repartidos entre España, América, Filipinas, África, regiones asiáticas y otros lugares.
En un número anterior, conversamos acerca de los homófonos (de homo-, «igual» + fono- «sonido»); hoy lo haremos acerca de los parónimos, que son aquellas palabras que se parecen en su pronunciación o en su escritura; pero tienen diferente significado. Como en los homónimos, también en los parónimos se cometen muchos errores.
Ya se ha hablado en El Confidencial de los problemas que tenemos los hispanohablantes para pronunciar correctamente la lengua inglesa pero, desgraciadamente, nuestras dificultades no son sólo fónicas.
Parte de una gran familia
Todo el mundo lo sabe: damos el nombre de asignatura a «cada una de las materias que se enseñan en un centro docente o que conforman un plan académico de estudios»; pero, ¿de dónde viene el término?
Errores de ortografía, concordancia y sintaxis: las carencias gramaticales afloran en la publicidad, los informativos y las redes sociales. ¿La redacción está en declive? Claves para comprender un fenómeno complejo.
En el DRAE, versión en línea, está registrado «tutorizar» con la etiqueta de artículo nuevo. Y se define como verbo transitivo con el sentido de ‘ejercer una tutoría sobre los alumnos de un curso o asignatura’: «El profesor atiende a las características de cada alumno que tutoriza».
De las lenguas autóctonas caribeñas se mantienen en el habla común numerosos fitónimos (nombres de plantas): anón, bija, boniato, caimito, caoba, ceiba, guácima, guanábana, guao, guayaba, güiro, maíz, majagua, mamey, mangle, maní, tabaco, yagruma, yarey, yuca…
El periodista y escritor español, Juan Luis Cebrián, que desde 1997 es académico de la Real Academia Española, aseguró en Chile que los medios digitales están cambiando la forma de hablar y escribir «y eso se debe normativizar para evitar que el idioma se fragmente».
Jesús Castañón, considerado uno de los mejores especialistas en lenguaje deportivo en español, ha dicho a Efe que tradicionalmente al periodismo deportivo «se le han achacado errores que también se daban en información general», y ha subrayado que los éxitos del deporte y la creciente formación especializada de comunicación en la universidad han ayudado a una paulatina mejora.
Ahora que se aproxima el Mundial de Fútbol y muchos que viajan a Brasil quieren aprender portugués para estar a tono con el evento, hay que tener presente que algunas palabras, aunque suenen parecido en español, no significan lo mismo.
En un lenguaje coloquial, se llama moscón a la «persona pesada y molesta, especialmente en sus pretensiones amorosas» o «impertinente».
Si no la encuentras, rellena este formulario: