El peso de las lenguas de los países vecinos, el francés y el alemán, siempre ha sido «muy potente» en los Países Bajos, pero la demanda del español en la sociedad neerlandesa también es «enorme» y «había que aumentar esa concienciación de que la oferta del español merecía la pena y de que la respuesta iba a ser buena», explicó a EFE Pilar Tena, directora del Instituto Cervantes en los Países Bajos, que también coopera en esta iniciativa.
Este proyecto es una plataforma independiente, mantenida por especialista en educación, el sector cultural y el campo de investigación, y lucha por un intercambio de conocimientos «neutral y de amplia orientación» sobre actividades, información y noticias sobre el español en los Países Bajos, según se presenta en la página web que le acompaña.
Contribuyen en la plataforma las universidades de Utrecht, Ámsterdam, Leiden, Groninga, Nimega, así como la Consejería de Educación y la asociación de Hispanistas del Benelux (AHBx), entre otras instituciones neerlandesas.
Cuando se empezó a trabajar en la construcción de esta plataforma, dice Tena, se pensó que era «un momento importante y estratégico, de revisiones de los currículos en la enseñanzas primarias y secundarias (…) para ver cuál era el papel que iba a jugar el español» en la enseñanza en los Países Bajos.
«Nos empezamos a dar cuenta de que no había un foro que reuniera a todos los interesados. Empezamos a hablar con las asociaciones de profesores de secundaria de español, con las universidades, todos los actores (…) y todo el mundo nos iba haciendo detectar problemas, nos iban llamando la atención sobre problemas que había con el español, pero la conclusión era que no había un sitio donde hablaran de estos problemas», señala Tena.
UN PROYECTO PARA EL DIÁLOGO
La ausencia de este foro de diálogo sobre el español se extendía incluso entre los profesores o escuelas de secundaria y la universidad, por lo que el Instituto Cervantes y la Embajada de España en los Países Bajos impulsaron «unas reuniones de hispanistas del país», en términos académicos.
En el segundo de esos encuentros, los implicados ya empezaron a llamar la atención sobre la falta de un foro, lo que hizo que la idea fuera creciendo, hasta que finalmente todos se pusieron en marcha.
Un grupo de trabajo empezó entonces a reunirse, se informó a las partes que pudieran estar interesadas, incluidas las embajadas de países latinoamericanos en los Países Bajos, y «la cosa fue tomando forma y al final se ha creado» la Nationaal Platform Spaans, con una página web que se lanzó la semana pasada.
Esta iniciativa pretende ser un punto de información donde se pueda encontrar lo que sea más interesante sobre la enseñanza del español; un foro de encuentro del que vayan a surgir reuniones o seminarios temáticos, y un portavoz con las autoridades y organismos que tienen la capacidad de tomar decisiones que inciden en la pertinencia del español a todos los niveles.
«Un grupo de presión, un lobby, para hablar con una voz ante las autoridades porque muchas de las reivindicaciones y las llamadas de atención hay que trasladárselas a las autoridades neerlandesas. El sistema educativo aquí da mucha libertad a las escuelas para que creen sus propios currículos, pero también hay un marco general normativo que es fundamental», subraya la directora del Cervantes en Utrecht.
Por tanto, este grupo tendrá que justificar qué es lo que está pasando con el idioma, por qué el español es importante para los Países Bajos, por qué conviene apoyarlo, por qué los profesores de secundaria necesitan herramientas y por qué el sistema debe ayudar a ello.
«Cuando el colegio puede ofrecer español, la demanda es enorme. En la sociedad neerlandesa hay una enorme simpatía por el español, por España y por América Latina. Interesa. Pero no siempre es posible estudiar el idioma», concluye Tena.