Recuerdo que antaño formaba parte de nuestra formación escolar el aprendizaje de la numeración romana, un sistema de representación de los números mediante letras del alfabeto. Siete letras con un valor fijo cada una, siempre en mayúsculas y sin espacios que las separen.
Las mayúsculas tienen una razón de ser histórica: el alfabeto latino originalmente solo utilizaba letras mayúsculas. Aunque en nuestra lengua este sistema de numeración ha quedado restringido a usos muy concretos, desplazado por el sistema arábigo desde la Edad Media, no está de más conocerlo.
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