La respuesta está en las raíces de la toponimia tradicional de las islas, aclara a EFE el catedrático de Filología Española Maximiano Trapero, uno de los mayores expertos en esta especialidad de la lingüística, autor de Los guanchismos. Diccionario de toponimia canaria, obra de referencia premiada por la Real Academia Española.
«Los guanchismos que aún podemos observar en la toponimia tradicional de Canarias proceden del bereber», explica Trapero, antes de recordar que en la lengua norteafricana que hablaban los primeros pobladores de estas islas atlánticas los prefijos ta, te, ti corresponden al artículo femenino: en castellano, la.
En realidad, es ligeramente más complejo, equivaldría a «esto es de… + sustantivo femenino». Su opuesto masculino es el prefijo A, también muy frecuente en la toponimia de procedencia aborigen, con nombres como Agaete o Agáldar.
¿Qué significa Teide, por ejemplo? En su diccionario, este estudioso subraya que «es difícil» encontrar a algún autor que a lo largo de la historia se haya interesado por los guanchismos que no le haya prestado atención a la palabra Teide.
Hay teorías de distinto tipo, con más o menos fundamento histórico-lingüístico y con más o menos épica, pero en bereber aydi significa perro y t + aydi, podría ser la perrera.
«El topónimo guanche podría interpretarse, desde el bereber, como perrera o el lugar donde habitan o abundan los perros. Y, en efecto, se sabe que los guanches tenían entre sus divinidades infernales a unos perros grandes y lanudos que se les aparecían de noche con ojos encendidos como el fuego, a quienes identificaban con el demonio, y que este moraba en el interior del gran volcán, de donde salía el fuego», defiende el catedrático en Los guanchismos.
Si se repara que los canarios han llamado a los volcanes, de siempre, montañas (la voz científica volcán se incorporó de forma muy reciente a la toponimia), la lista de tes en el mapa de Canarias crece: Tindaya, Tamadaba, Tinamala, Tinaguache...
La montaña de casi 200 metros de altura que generó la última erupción en Cumbre Vieja, en La Palma, al cabo de 85 días de fuego y destrucción aún no tiene nombre oficial, pero una consulta popular realizada entre casi 4300 personas se decantó por llamarle Tajogaite; de nuevo con te.
Esta semana se ha conocido un artículo científico que ya se refiere a ese volcán por ese nombre y el Instituto Geográfico Nacional (IGN) lo ha mencionado hoy mismo así en un comunicado.
«Tagojaite es el nombre que recibe una zona de la isla de La Palma perteneciente al municipio de El Paso y situada al sur de Los Romanciaderos, cercana a la Montaña Rajada», explica el diccionario de guanchismos. El actual Tajogaite es una variante recogida, inicialmente, en los usos orales, con las j y g cambiadas de lugar.
Para su posible significado, Trapero se remite a otro autor, el historiador tinerfeño Juan Bethencourt Alfonso (1847-1913).
«Dice Bethencourt que en Tenerife gaite significa ‘la torta’, pues la expresión gaites de haran refería a la torta de harina de las raíces de helecho, y que la expresión gaites de tofe era lo mismo que tortas de tieso, es decir, la de gofio escaldado y después torrefactas», plantea el catedrático.
«Si esta interpretación fuera cierta podría explicar no solo este topónimo, sino también el anterior Tagoja», añade, en referencia a un topónimo que aparece en dos lugares de La Palma, en Santa Cruz, la capital, y el Barlovento.