«El español tiene un papel de puente para que el mundo conozca estas lenguas», asegura Sandoval en una entrevista con Efe.
Actualmente, una de cada siete personas en el mundo hablan español, lo que convierte a este idioma en un gran bastión para transmitir al mundo «la enorme riqueza cultural de las lenguas indígenas» de América.
El papel del español, subraya el director de la Academia Guatemalteca, fundada en 1887, es conectar la diversidad lingüística de las comunidades indígenas «con el mundo actual», evitando así que se pierdan «por falta de uso».
Por eso, abogó por alcanzar una «alianza estratégica» para que los ciudadanos que se quieran acercar al conocimiento de la cultura indígena desde cualquier rincón del mundo, desde Suecia a Asia, lo hagan «a través del español» y «no del inglés».
El vigor del español, un idioma en continúa en expansión, lo convierte en un activo económico para las naciones de habla hispana: «Es el idioma extranjero que más personas que no lo hablan tratan de estudiar», remarca Sandoval.
En países como Estados Unidos, el español es cada vez más un «valor» político y económico: instrucciones, avisos o noticias se leen ya en esta lengua.
«El idioma español tiene un gran futuro porque tiene un gran presente», insiste el máximo responsable de la Academia guatemalteca.
Su pulsión, ese diálogo diario de las calles, lo alimenta constantemente: «Son los hablantes los que hacen los idiomas, no las academias ni los escritores».
Por ello, Sandoval se muestra partidario de incorporar palabras de culturas extranjeras siempre que no haya un vocablo en español para definirlo: «No veo ningún problema en el verbo whatsappear».
El papel de las Academias como «severos maestros» del idioma está ya obsoleto, su labor, apunta el director del centro en Guatemala, es «canalizar» esos cambios «para que no se pierda la esencia del idioma».
«Los diccionarios no pueden decir a alguien “no uses esa palabra”», ironiza este respetado académico tras participar en una lectura pública del Quijote, organizada por el Centro Cultural de España en la capital de Guatemala para conmemorar el 400 aniversario de la muerte del escritor Miguel de Cervantes.
Sandoval, quien fue durante más de tres décadas uno de los columnistas más destacados de Guatemala, reivindicó la aportación que América ha realizado al español, desde aquella primera palabra, canoa, que Cristóbal Colón envió a las Cortes el 26 de diciembre de 1492.
Después vinieron otras: chocolate, cacao, piragua… miles de vocablos que han ido enriqueciendo una lengua y una forma de entender el mundo, pues, como resalta Sandoval, «un idioma no es solo una forma de hablar, es una forma de pensar».
Una forma de entender el mundo a la que amenazan la falta de mimo ortográfico de un tiempo vertiginoso y, sobre todo, «el poco interés» con el que las sociedades actuales cuidan la enseñanza del idioma.